La Zona Autónoma de George Floyd Square Sobrevive a un Intento de Desalojo

Categories:
Localizations:

El 3 de junio, funcionarixs públicxs de Minneapolis intentaron desalojar George Floyd Square, la zona autónoma ubicada en el lugar donde la policía de Minneapolis asesinó a George Floyd el 25 de mayo de 2020. Con la esperanza de dividir a la coalición que ha mantenido la plaza y las bases que la apoyan, trabajaron con una organización local llamada Agape Movement. Sin embargo, este intento fracasó, sentando un importante precedente de resistencia a la cooptación y represión de los movimientos en los llamados Estados Unidos.


Como informamos en abril,

Desde 2020, lxs que están en contra de la violencia policial han mantenido una zona autónoma en la George Floyd Square. En los días posteriores al asesinato de George Floyd, mientras esa plaza era posiblemente el núcleo de la resistencia, la gente erigió allí una escultura de madera de un puño en alto. Desde entonces, la Alianza para la Defensa de lxs Trabajadorxs y otros grupos han defendido este espacio como parte de la gran zona autónoma de Powderhorn. Lxs defensorxs de la comunidad que tienen relación con la plaza George Floyd, llevaron a la vigilia la escultura del puño en memoria de Daunte Wright, ya que representa la defensa colectiva de todas las vidas negras y el desafío al sistema que las arrebata.

Durante un año, la Zona Autónoma de George Floyd Square ha sido uno de los núcleos de la resistencia en Minneapolis. Al mismo tiempo, ha habido intentos continuos de subvertir, desde dentro, su potencial como zona libre de policía. Varios grupos militantes han utilizado este espacio, incluidos antifascistas, anarquistas, protectores del agua indígenas que luchan contra la Línea 3, personas que se organizan contra las fronteras y las deportaciones, y militantes negrxs locales. Algunxs de lxs residentes y defensorxs más comprometidxs con las reformas, han estado impulsando la “Resolución de Justicia 001”, una lista de 24 demandas, la última de las cuales reza:

“Continuar con el cierre de la intersección de 38th Street East y Chicago Avenue South hasta después del juicio contra los cuatro agentes acusados del asesinato de George Floyd”.

La mayoría de estas reivindicaciones aún no se han cumplido, y pocas están relacionadas directamente con la abolición de la policía. Algunas partes de la resolución refuerzan la corriente que surgió tras la revuelta, que apoya que organizaciones no estatales asuman tareas policiales. Una parte del texto elogia al grupo Agape, financiado por la ciudad: “Considerando que Agape ha proporcionado seguridad a la comunidad en la plaza George Floyd en ausencia del MPD”. El punto nº 18 pide al gobierno de la ciudad que “proporcione al Movimiento Agape un espacio para sus operaciones dentro de la zona de George Floyd Square”.

La participación de organizaciones colaboracionistas como Agape ha sido uno de los principales focos de tensión en la “comunidad de comunidades” de la plaza. Las facciones radicales lideradas por jóvenes se han opuesto constantemente a los intentos de allanar el camino a la contrainsurgencia de marca “comunitaria”.

George Floyd Square es posiblemente la única zona autónoma, surgida del levantamiento de George Floyd, que ha sobrevivido hasta 2021. Cada día comienza con asambleas matutinas. Algunas decisiones se toman a través de democracia directa; gran parte de la actividad en la plaza depende de la participación y libre asociación de vecinxs y simpatizantes. La distribución de alimentos y otros recursos, de acuerdo con los principios de apoyo mutuo, se lleva a cabo con regularidad. Muchos y diferentes movimientos celebran sus reuniones aquí.


El 3 de junio de 2021, las concejalas de la ciudad de Minneapolis Andrea Jenkins y Alondra Cano, el alcalde Jacob Frey y la jefa de policía Medaria Arradondo intentaron organizar la deconstrucción de la zona autónoma que existe en George Floyd Square desde mayo de 2020. Intentaron enmarcar sus acciones como acciones “apoyadas por la comunidad”, trabajando con los “Violence Interrupters” del Movimiento Agape (grupo afiliado a la iniciativa MinneapolUS, financiada por la ciudad). Agape es una organización dirigida por hombres negros, compuesta principalmente por miembros de bandas que habían estado encarcelados y relacionados con los Bloods locales. La ciudad les ha encargado que patrullen las calles para “prevenir” la delincuencia callejera. Sin embargo, a menudo, se han desplegado contra abolicionistas radicales y jóvenes militantes negrxs y morenxs, tanto en la propia plaza como en múltiples acciones por toda la ciudad.

El otoño pasado tuvieron lugar pequeños disturbios en el centro de Minneapolis y marchas lideradas por jóvenes en el distrito 5. Agape trabajó junto con la policía en ambos casos. La consecuencia de esto ha sido la pérdida del sentido de lucha colectiva y solidaridad en George Floyd Square, fracturando la incómoda alianza entre activistas reformistas, propietarixs de locales y viviendas y colectivos juveniles radicales. Ahora se ha vuelto clara la contradicción de una zona autónoma que alberga una organización financiada por el estado. Durante las manifestaciones de abril en respuesta al asesinato de Daunte Wright, los Minnesota Freedom Fighters—grupo similar a Agape que ocasionalmente ha estado presente en la plaza en calidad de “seguridad”—fueron señalados por hacer ellos mismos el trabajo de la policía. Emplear a hombres negros mayores para rodear e intimidar a lxs militantes jóvenes, predominantemente del BIPoC, se ha convertido en una práctica habitual. Esta es la clásica estrategia de divide y vencerás: usa una parte de la clase trabajadora para oprimir a otra parte de la clase trabajadora.

Entre las 4:30 y las 5 am llegaron miembros de MinneapolUS y trabajadorxs de la ciudad armadxs con excavadoras, comenzaron a retirar las barricadas de hormigón situadas alrededor de la plaza y se desplegaron por toda el área para identificar y neutralizar cualquier resistencia. Más tarde comenzaron a desmontar el jardín y retirar las casetas; en un momento dado, preguntaron si podían rotar el invernadero para liberar un mayor tramo de carretera. Aquellxs que habitualmente han estado manteniendo el espacio de la plaza, incluidxs lxs vecinxs que apoyan el cierre continuo de la carretera, comenzaron a enfrentarse, grabar y dirigirse a lxs trabajadorxs de la ciudad y a la “organización liderada por la comunidad” que lxs escoltaba. Muchas de estas personas se habían enterado de la inminente revuelta y habían permanecido allí guardando el lugar durante la noche. Se mostraron indignadxs, pero no conflictivxs, y dijeron a lxs trabajadorxs y a lxs representantes de MinneapolUs que no les importaban las estructuras de las barricadas, ya que éstas pertenecían a la ciudad.

En un determinado momento, lxs trabajadorxs empezaron a confiscar las casetas y el conflicto empezó a intensificarse. Aun así, lxs presentes, muchxs de lxs cuales eran mujeres, y un pequeño grupo de resistencia, algunxs encadenadxs a las instalaciones de la rotonda, no se interpusieron físicamente en el camino de lxs trabajadorxs.

Lxs trabajadorxs de la ciudad dejaron prácticamente intacta la zona de la extensión de la acera, ya que finalmente movieron las barricadas para rodear el invernadero y el sitio donde había muerto Floyd, lo que hizo imposible acceder al monumento desde Chicago Ave a pie, excepto cruzando por encima de ellas. A primera hora de la mañana, una cuadrilla de trabajadorxs de la ciudad, casi todxs hombres y blancos, comenzó a recoger las ofrendas de la rotonda y las puso con cuidado en cajas; mientras espectadorxs horrorizadxs repetían “esa mierda no es tuya”, lxs trabajadorxs insistieron que las ofrendas serían tratadas con cuidado y depositadas al otro lado de la calle. De repente, sacaron varias jardineras y equipos de soldadura, quedó claro que tenían como objetivo “reducir” la rotonda alrededor del puño para permitir “el paso libre del tráfico”.

Comenzaron a mover los bloques de hormigón y se prepararon para arrancar el jardín. En ese momento, un camión entró en la plaza conducido por Jay el jardinero, un colaborador habitual del espacio con buena mano para la jardinería. Entró en el jardín que ha estado cuidando durante meses y se posicionó en contra de su destrucción. No está claro si hubo algún enfrentamiento físico; en cualquier caso, lxs trabajadorxs municipales cesaron los intentos de reducir la rotonda.

“Puse una cadena en el puño y no sabían cómo quitársela. ¡Se necesitaron diez tipos para quitar lo que había hecho un hombre! “ contó Jay más tarde, en el mitin de esa noche. “Hablé por teléfono de inmediato con [la concejal] Cano y me dijo que haría cualquier cosa por mí y que mi jardín no se irá a ninguna parte”. Jay describió sus interacciones durante la tarde dividiendo al consejo de la ciudad y ayudando a crear confusión en su decisión. “Agape está aquí y me dirigí a ellos con amor, porque nadie va a derribar ese puño, y quiero decir nadie!” A pesar de una pelea o dos, de barricadas siendo destruidas y reconstruidas, y de las tensiones persistentes durante el día, lxs defensorxs de la comunidad lideraron el enfrentamiento con MinneapolUS, retomando finalmente el espacio.

“¡La ciudad mató a George Floyd por $ 20! ¿Sabes lo que obtenemos por $ 20? ¡Conseguimos esta tierra!” Jay expresó la determinación de lxs defensores de la comunidad. “Esta es nuestra tierra ahora, por todas las personas que la ciudad ha asesinado—¡y no la devolveremos!”

Jay, defensor de la plaza, creó el jardín en torno al puño; fue una de las primeras personas que respondió para oponerse a la incursión de la ciudad en el espacio.

A las 11 am, la oficina del alcalde emitió un comunicado de prensa deteniendo las acciones llevadas a cabo por los supuestos “líderes comunitarios” de MinneapolUs para “reabrir” la plaza y “honrar la memoria de George Floyd”, mientras elogiaba a Agape MinneapolUs como un “proyecto de seguridad pública liderado por la comunidad”. El comunicado de prensa no mencionó que la policía de Minneapolis había establecido un perímetro de furgones de los SWAT alrededor de la plaza, o que Agape recibió una subvención de $ 25,000 de la ciudad con la promesa de una suma adicional de “hasta $ 359,000” si conseguían “reabrir” la plaza. Este es un claro intento de legitimar la autoridad de la ciudad y ofrecer cobertura al Departamento de Policía de Minneapolis mientras sus agentes siguen cometiendo asesinatos.

Poco después de las 2 de la tarde, los US Marshal dispararon y mataron a Winston Boogie Smith Jr., un padre negro de 32 años, cerca de George Floyd Square, en la intersección de las calles Fremont y Lake. Buscado bajo sospecha de posesión ilegal de armas de fuego, Winston Smith fue rodeado por siete coches sin identificar y recibió un disparo antes de que tuviera la oportunidad de salir de su vehículo. En el lugar de este tiroteo también estuvieron presentes mercenarixs de las oficinas del sheriff de los condados de Hennepin, Anoka y Ramsey, del Departamento Correccional de Minnesota y del Departamento de Seguridad Nacional. Esta tragedia pone de manifiesto que las fuerzas del Estado siguen asesinando a hombres negros de forma sistemática e impune, a pesar de la condena del agente que asesinó a George Floyd. También ilustra el amplio abanico de instituciones que participan en ello.

En respuesta a la redada, las mujeres de BIPOC que ocupan un espacio en la plaza hicieron un llamamiento público a reunirse a las 5:30 pm. Como resultado, cientos de miembrxs de la comunidad se concentraron en la zona autónoma de George Floyd Square. Mujeres de BIPOC, jóvenes, personas queer, nativxs, sureñxs de Lantinx y otras personas de todos los sectores de la comunidad respondieron a este intento de reinstaurar el control del estado en el área. Jeanelle, Marcia Howard y muchxs otrxs desafiaron el discurso de que MinneapolUS era antirracista y representaba a George Floyd y la comunidad.

Janelle, otra defensora de la plaza, pronunció un discurso desafiante contra la ciudad y sus empleadxs, refiriéndose a lo poco que la ciudad se preocupa por lxs negrxs. Recordó a lxs defensorxs de la plaza de todos los colores, homenajeando a mucha gente de todo el barrio.

“Decís que estáis a favor de la comunidad, decís que estáis a favor de George Floyd, no es lo que siento en este momento. Quiero decir, ¿cómo vais a venir aquí y derribar todo esto, diciendo que estáis aquí por George Floyd? ¡La ciudad nos está mostrando ahora mismo que no les importan lxs negrxs! “ dijo Jeanelle apasionadamente dirigiéndose a los aspirantes a okupas de Agape MinneapolUS. “¡Esto no ha terminado, una condena no es suficiente! Necesitamos a nuestros hombres negros, necesitamos que nuestros hombres negros tengan oportunidades, ¡necesitamos que nuestros hombres negros no sean asesinados aquí! ¡Acaban de matar a otro de nosotrxs hoy! ¡Esto no ha terminado, no nos vamos! “ Jeanelle también habló sobre el tiroteo ocurrido esa misma tarde en los alrededores de Girard y Lake.

El puño y la bandera panafricana ondeando sobre la plaza se quedaron. El jardín todavía estaba verde. La ciudad no había logrado apoderarse del espacio, no habían logrado apropiarse del discurso—ni siquiera pagando a los “miembros de la comunidad” negros. El último orador en el mitin fue un líder del equipo Agape MinneapolUS que había intentado tomar la plaza.

“Bueno, hoy he aprendido mucho. He aprendido mucho sobre el amor, porque Agape va sobre el amor. No era nuestra intención … ya sabéis, estamos con la comunidad y nos vamos a casa. Lo que todxs vosotrxs estáis haciendo aquí va sobre el amor y de eso se trata, así que os apoyamos.”

Después de asegurar la plaza, cientos de personas salieron a las calles, marchando hacia Girard y Lake, donde los US Marshal acababan de llevar a cabo su último asesinato. La gente saqueó una docena de tiendas y la intersección de Fremont y provocó un incendio en la intersección de Girard y Lake Street. Enfrentándose con la policía y coreando “Winston Smith, di su nombre”, “¡Todxs lxs policías son nazis!” y “No hay justicia, no hay calles”, lxs jóvenes reavivaron la llama del levantamiento de Minneapolis. En un momento, alguien gritó “¿Hay buenxs policías?” y sin previo aviso, la multitud respondió con un rotundo “¡no!” La policía de Minneapolis finalmente recuperó el área, llevando a cabo aproximadamente una docena de arrestos.


El modelo por el que las autoridades municipales establecen una relación financiera con una organización como Agape, que puede presentarse a sí misma como la cara del movimiento, es un método más que comprobado de cooptación y contrainsurgencia. Tales relaciones clientelares son a menudo una parte esencial del proceso a través del cual los movimientos sociales se reorientan hacia la perpetuación del orden imperante. En consecuencia, los espacios de confrontación que abrió el movimiento se cierran astutamente—no con una violenta redada, sino a través de una elegante organización sin ánimo de lucro que interactúa con la comunidad en nombre de lxs capitalistas. El Complejo Industrial sin ánimo de Lucro atrae de manera efectiva a las personas, incluidas personas del BIPOC potencialmente rebeldes, hacia trabajos asalariados que ofrecen seguridad material individual a expensas de los riesgos de perseguir la liberación colectiva.

Puede ser más fácil identificar la colaboración directa cuando hay un flujo de dinero. A veces, en su elección de comprometerse con el Complejo Industrial sin ánimo de lucro, que refuerza el poder estatal, quienes toman el micrófono y dirigen los cánticos orientan su día a día a hacer carrera. Es nuestra responsabilidad reconocer cuando las personas que utilizan un lenguaje orientado a la comunidad, lo hacen como un medio para emplear el poder blando del Estado. Depende de nosotrxs analizar sus acciones y dónde ganan su dinero.

En este caso, sin embargo, otrxs participantes de BIPOC en el movimiento fueron más hábiles que la organización que se había puesto del lado de las autoridades municipales. En concreto, la valentía de las mujeres que reclamaron su poder y se negaron a retroceder, se impuso a las agresiones misóginas que recibieron de todos los bandos. Lxs defensores de la plaza—a pesar de las muchas contradicciones que llevaron a la redada—han demostrado lo importante que es para los movimientos mantener la autonomía frente a todas las instituciones estatales y financieras. Una oposición colectiva de principios contra el colaboracionismo debe estar al frente de toda lucha por la libertad.

Gracias a sus valientes esfuerzos, George Floyd Square todavía existe. Esta mañana, como todas las mañanas, se celebró la asamblea. Las barricadas han vuelto a ocupar los alrededores de la zona liberada. Pero las barricadas no son las que transforman la zona—es la comunidad. En un inicio, las barricadas estaban compuestas por contenedores de basura reutilizados y coches de militantes, no por barreras proporcionadas por la ciudad. No importa cuántas veces la ciudad pague a sus detractorxs para eliminarlas, la gente de Minneapolis estará a la altura de las circunstancias para mantener cerrada la George Floyd Square hasta que se haga justicia—en nuestros términos.

La lucha continúa.